La marcha de Marco Asensio del Real Madrid se da únicamente a ɴιⱱєł físico, más no en un ρłɑɴo emocional donde el balear continua más que pendiente del conjunto blanco. El extremo de Luis Enrique recibe una mala noticia por parte del PSG y Concha Espina lo saben.
Por primera vez en más de media década que elReal Madridy Marco Asensio han separado sus caminos.El balear disfruta de una nueva vιԀɑ en París donde de la mano de Luis Enrique y PSG busca esos minutos de élite que unclub como el blanco no puede garantizarle a nadie. Eso sí, el extremo recibe malas noticias por estas horas.
Goles y asistencias ya genera Asensio por un Parque de Los Príncipes donde su imagen gana fuerza con cada jornada que pasa, pero donde igualmente se viven momentos de tensión tras un inicio de curso marcado por las derrotas en casa y por la tramaKylianMbappé. Marco nunca ha dejadoMadridde maneranostálgica y esta noche estaba más que pendiente de un derbi que no podrá ver.
Es algo habitual para el jugador, quien pese a su marcha suele ver los encuentros de sus ex compañeros.En esta ocasión Asensio no podrá observar ese Atlético de Madrid vs. Real Madrid que asoma en el horizonte gracias a que sobre las20:45 estará disputando justamente el mayor duelo que existe en la Ligue One. El PSG vs. Marsella le hará mirar el móvil y cruzar los dedos ante lo que ocurra en el Metropolitano.
Más que vivo en el vestuario
Marco sigue teniendo contacto con varios jugadores del conjunto blancoy ya les ha confirmado que el derbi de hoy se lo ‘pierde’ gracias a esas coincidencias del destinos en cuanto al calendario de ambos equipos.La buena ɾєlɑƈιóɴ del balear con Valdebebas o con las entrañas del Bernabéu no se ha modificado incluso con su fichaje por un club ‘enemigo’ como el PSG.
Estará noche y como viene ocurriendo desde su adiós, Asensio será un madridista más mientras los hombres de Carlo Ancelotti buscan la séptima victoria de la temporada en el derbi que el balear mirará cuando finaliceese PSG vs. Marsella que se roba las miradas de Francia. Marco nunca ha dejado el vestuario.
